Relájense, están en buenas manos.

Las exploraciones de Richard E. Byrd
	
Esta crónica incluye una respetable biografía de un marino de la US , una vida que alcanza su plenitud en diversas expediciones al Polo Norte, al Polo Sur, en vuelos experimentales, investigaciones geográfico-militares y, en fin, en todo tipo de aventura que implique aviones, curiosidad uniformada con objetivos siempre susceptibles de ser estratégicos y frío. De las múltiples expediciones del Almirante Richard E. Byrd, hay una que levantó particular revuelo: la expedición High jump realizada (aparentemente) en febrero de 1947 En esta excursión Richard E. Byrd encuentra la entrada al centro hueco de la tierra , algo que, por ejemplo, también estaba buscando el Coronel Percy Fawcett Por suerte llevaba adelante un diario. Y un diario secreto. Se dice que mezclado con las "páginas blancas", es decir, la versión oficial, escribió otras páginas en las que relataba su inesperado encuentro con los intraterrestres, los diálogos que tuvo, la descripción imposible del paisaje en esa zona de la tierra (verdes valles, coloración rojiza en el terreno, etc.), las profecías, el cuidado, los gestos de alta humanidad, si se nos permite la expresión, de estos seres superiores, altos, rubios. El diario antes secreto es hoy fácil de encontrar en inglés, su idioma original o en traducción al español Tal vez fue una coincidencia que los intraterrestres fueran rubios y altos, que se llamaran Arianos o que estos seres, en su mensaje a la humanidad a través de Byrd, quisieran decirnos que después de 1945 habíamos llegado a un punto de no retorno; y que eso los obligaba a intervenir. En todo caso, lo que detonó la evolución de esta historia hacia teorías conspiracionistas nazis, fueron seguramente muchísimos más factores. Lo cierto es que después de esta expedición quedan al descubierto las vinculaciones entre los intraterrestres, los nazis, los extraterrestres, la importancia de la ubicación del continente helado y, en fin, lo injustificado de esa sensación de soledad que asola a la humanidad. Por suerte, los medios que luchan contra la censura imperante no se hicieron esperar incluso desde lo que solía estar detrás de la cortina de hierro durante la Guerra Fría y revelaron que en 1945 dos submarinos habían tocado puerto en La Feliz, también llamada Mar del Plata, y se habían rendido ante las autoridades nacionales. Estos dos submarinos tenían por denominación "Führer convoy" y se ha confirmado - efectivamente- que el Führer estaba en ese convoy, que por consiguiente se asiló en Argentina y que terminó sus días como un anónimo pintor en estas tierras. En cualquier caso, lo más importante -al menos para el género humano- parece ser la confirmación de la oquedad de la tierra y la bondad de estos seres. Porque, tal y como le dijeron al Almirante Byrd cuando hicieron contacto por primera vez y anularon el funcionamiento de su nave: Relájese Almirante, están en buenas manos.
Alone, la autobiografía de Richard E. Byrd recuerda una frase del primer capítulo de Etidorhpa, la novela de John Uri Lloyd: "Never less alone than when alone".